Vogue, como ya hizo en "The September Issue", acaba de estrenar un documental en el que reúne a las editoras de moda que ha tenido en EEUU a lo largo de su existencia. A la vez que hacen una evolución, ponen ejemplos y explican vivencias que muestran cómo es su trabajo y la actitud que se tiene que tener ante él. No sólo debes ser bueno y entendido en moda. Tienes que saber transmitir un sinfín de sensaciones a través de una imagen, y que éstas sean captadas por quien lo vea.
“En la moda siempre hay cambios. no hay que mirar al pasado… siempre hay que tener el ojo en el futuro” Así empieza el documental, con la voz de la maravillosa y temida Anna Wintour, editora jefe de Vogue. “La moda ahora es universal, es un reflejo de nuestro tiempo. Ella misma te dice lo que pasa en el mundo”. Para todo ello, el papel de las editoras es fundamental. Ellas son el arma secreta. Su rol es el mismo que hace 50 años. Lo que las diferencia es su perspectiva, dispar en cada una de sus formas de trasladarnos a una fantasía cada mes.
Os sonará Grace Coddington, o la pelirroja de pelo alborotado (ahora directora creativa). Aunque la galesa siempre haya sido la sombra de Miss Wintour, nadie duda de su excelente talento. Para ella, discreta, seguro que es una ventaja. Ella ideó la fantástica y arriesgada editorial sobre “Alicia en el país de las maravillas” con Natalia Vodianova como protagonista y Annie Leibovitz como fotógrafa. ¿Lo recordáis? Los diseñadores, no tan conocidos como ahora, eran los protagonistas del cuento.
Diana Vreeland fue la que en los 60’s le dio una vuelta radical a la revista. Esta mujer con carácter, algo cascarrabias, era partidaria del dinamismo libre y extravagante. Fue en esa época cuando los viajes en avión empezaron a democratizarse y no dudaron en trasladar los escenarios de las editoriales en el extranjero. India fue el primer país al que viajaron y además fue en septiembre, después de las lluvias, con lo que el calor fue insoportable.
Para Polly Melen lo esencial era buscar la diferencia, pero sus formas eran demasiado alteradas. Vera Wang, que fue su ayudante, confiesa que era muy “intenso” ser su ayudante. Incluso el fotógrafo Richard Avedon se negaba a trabajar con ella porque era demasiado “ruidosa”. Eso sí, al final colaboraron juntos y de ahí salieron grandes editoriales como una de Japón, que duró 5 semanas y se puede considerar la más cara de la historia.
Grace Mirabella coincidió con la revolución feminista y quiso suavizar los mensajes, el movimiento. Nada de fantasía sino historias útiles. En el 75 llegó la revolución sexual y, así, la fogosidad y desprendimiento de hormonas en las fotos. Helmut Newton no lo pudo reflejar mejor en esta foto. Hace que todos nos preguntemos: ¿lo han hecho ya? Sabemos lo que puede estar pensando esta chica…
Esta foto de los baños, aunque no lo parezca, causó una especial polémica. La consideraron una ilustración triste, apagada, con una desconexión visible entre las chicas. Por primera vez veían un mensaje negativo en las editoriales. A veces hay que arriesgarse… la idea tampoco estaba mal.
Vera Wang nos cuenta su experiencia trabajando en Vogue. En su primer día quiso ir impecable vestida, con tacones. “Se reían de mi por ir tan arreglada y me obligaron a ir a casa a cambiarme y ponerme zapatillas. Ahí había que trabajar duro y lo mejor que podías hacer es ir cómoda”, confiesa. Era el año 79 cuando la mujer empezó a introducirse en el mercado laboral y se ponían los zapatos de deporte con el traje. De ahí vienen muchas de las risas de los franceses hacia los americanos. Aunque la misión de Vogue era demostrar lo contrario y animar a feminizar.
Esta fotografía con la serpiente fue una de las gratificantes y más arriesgadas pero fue la misma modelo la que lo pidió. Es la mejor representación de lo importante que es captar la magia de un momento. Justo cuando la serpiente sacó la lengua como si fuera a darle un beso… chas! Foto. Todos se quedaron con la boca abierta, fascinados, sin decir nada. Recogieron y daron por terminada la sesión. Ya tenían lo que querían. La lástima fue la pulsera, que rompe con la naturalidad de la foto… pero se dieron cuenta tarde. ¡No se puede tener todo!
Camilla Nickerson dice que “la moda es el reflejo de la cultura. El editor percibe lo que pasa en el mundo”. Por ejemplo, cuando empezó todo el movimiento de paparazzis y cámaras ocultas, idearon una editorial imperfecta que representa la antibelleza, pero que no deja de ser fascinante.
A Phyllis Posnick le encantaba el impacto que causaban las fotos en los que la observaban, y que esto derivase a un interés posterior. Eso sí, siempre había que trabajar con alguien dispuesto. Si no… mirad estas fotos:
El objetivo de Tonne Goodman era dar con la esencia de las cosas. Simplicidad. Un enfoque clásico, uniforme. Su especialidad, como buena estadounidense, era representar la moda americana congelando momentos.
Famosos como protagonistas. Cada vez más, son los actores, cantantes, deportistas... los que ocupan las portadas o editoriales de las revistas:
Sarah Jessica Parker |
Nicole Kidman |
La reina de Inglaterra |
Lady Gaga (imaginaros la cara que ponían las editoras más conservadoras al ver las imágenes...) |
Marilyn Monroe |
Annie Leibovitz es la que captó la imagen del documental. La reunión de todas las editoras en la actualidad. Ellas son mujeres extravagantes, obstinadas. Parecen una familia disfuncional pero cariñosa. Anna Wintour saca su lado más tierno y reconoce que son una genialidad capaz de entender tranquilamente lo que es una gran imagen.