Si lo digo es, principalmente, por uno de los desfiles más esperados: el de Burberry Prorsum. Su colección "Trench kisses" aglutinó a la jetset del mundillo de la moda en una preciosa carpa acristalada en los jardines de Kensington. Christopher Bailey nos sorprendió ya en el primer look: una falda transparente que dejaba entrever pequeños corazones, estampado que se repetirá y será la revelación del desfile. Como siempre, esperamos su show para ver los trench en todas sus versiones:
Mulberry, otra razón por la que admirar la London Fashion Week. En su línea: looks sencillos y sobrios pero elegantes. Muchos conjuntos monocromáticos, especialmente en negro y marrón. Propuestas en estampado de cuadros combinadas con piel. Otra tendencia que dejó caer fueron los colores cálidos combinados con negro o gris. Como ya es tradición aparecieron los caniches en la pasarela... ¿sería para dar un toque de color gris-perla? Fuera bromas, le da al desfile un espíritu peculiar a la vez que una actitud joven y chic. ¡Bien por Emma!
Otro desfile de los más esperados: el del estadounidense Tom Ford. Presentó una colección llena de contrastes protagonizada por el color negro y estampados en forma de estrella/rayo o flores en colores llamativos. Prendas muy ostentosas y excéntricas que no son santo de mi devoción... pero reconozco el talento en ellas (y Tom es mucho Tom...).
Cristopher Kane tiene una apuesta clara: el camuflaje. Este estampado pasa a ser dueño de las mujeres, seguras y sexys. En general, mezcla y explosión de materiales e ideas. El mismo diseñador reconoció que todo lo que le vino en mente lo plasmó, y se quedó a gusto.
De la semana de la moda de Londres me quedo con los looks de calle y de l@s asistentes, sin duda...
Paleta de colores muy otoñal: camel, marrones, dorado, blanco, negro... Estampados de animales: leopardo, jirafa, cebra e incluso vaca... que dieron a las prendas y accesorios un toque salvaje. Materiales inusuales como goma translúcida y visón estampado, flecos con arandelas, cuero brillante...
Mulberry, otra razón por la que admirar la London Fashion Week. En su línea: looks sencillos y sobrios pero elegantes. Muchos conjuntos monocromáticos, especialmente en negro y marrón. Propuestas en estampado de cuadros combinadas con piel. Otra tendencia que dejó caer fueron los colores cálidos combinados con negro o gris. Como ya es tradición aparecieron los caniches en la pasarela... ¿sería para dar un toque de color gris-perla? Fuera bromas, le da al desfile un espíritu peculiar a la vez que una actitud joven y chic. ¡Bien por Emma!
Otro desfile de los más esperados: el del estadounidense Tom Ford. Presentó una colección llena de contrastes protagonizada por el color negro y estampados en forma de estrella/rayo o flores en colores llamativos. Prendas muy ostentosas y excéntricas que no son santo de mi devoción... pero reconozco el talento en ellas (y Tom es mucho Tom...).
Matthew Williamson cada vez me gusta más, teniendo en cuenta que empecé odiándolo (culpa de su pésima colección en H&M). Presentó una colección llena de inspiración en color que encarna la esencia de una chica británica en pleno invierno. Sin ser especial fan de los degradés ni de los estampados nucleares-magnéticos, encuentro que, otra vez más, ha creado una serie de prendas sublimes y con colores que voy empezando a digerir.
De la semana de la moda de Londres me quedo con los looks de calle y de l@s asistentes, sin duda...
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| Olivia Palermo, siempre perfecta y yo siempre destacándola |
Ya estamos en la recta final de las semanas de la moda ¡Cuenta atrás!
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