viernes, 17 de mayo de 2013

Zoom Londres: su lado primaveral y más dulce

Londres es una de las ciudades más fantásticas que existe (por muchas razones) pero siempre me he preguntado si tendría el mismo encanto si todos los días brillara el sol. Aún así, ir a la capital del Reino Unido en primavera, cuando el tiempo es incierto, y encontrarte con agradables temperaturas se agradece y se ve todo de otra manera.

Más allá de sus calles, sus edificios, sus museos, sus tiendas y centros comerciales, para mi lo bueno de esta ciudad es poder disfrutar de los detalles. Puedes visitarla las veces que quieras... siempre te sorprenderá dándote la oportunidad de vivir algo que te haga disfrutar, te haga sentir bien, te haga admirar...

La comida quizá no es uno de sus puntos fuertes pero en cada rincón hay tiendas que te ofrecen algo dulce. Y qué decir de los mercados... la variedad de pasteles o cupcakes está asegurada ¡No sabrás cuál elegir! Éstos, de uno de los sitios con más encanto: The Borough Market.



O esta obra de arte, en Covent Garden ¡Uno se puede volver loco para elegir!


Y justo al lado, encontrarte un pedacito de París. El local de Ladurée, famoso por sus exquisitos macarons, se mezcla con el ambiente londinense. Más dulces.



Sus edificios, sus acabados, el dorado como toque señorial, real. Una ciudad llena de detalles admirables. Aquí, un rincón de Buckingham Palace.


Sus calles te brindan rincones preciosos, encantadores, de los que sabes que cuando vuelvas a pasar por ahí probablemente no se verán igual. Esta es su verdadera mágia.


Siempre digo que ir a Camden es como palpar la libertad. En este barrio, llamado "la capital del rock alternativo", cada uno se muestra tal y como es. Se deja ir. Es por eso que es uno de los puntos en los que hacerse un tatuaje es algo mítico. Aunque sea de henna y se borre a las dos semanas, la experiencia es la experiencia... 


En Portobello, el mercado de antigüedades ubicado en el famoso barrio de Notting Hill, se encuentran muchas cosas curiosas. Y las hay que te llaman la atención y te arrancan una sonrisa.


Además, el barrio no sería lo que es sin sus fachadas pintadas en colores pastel. Sin nubes incluso se ven de otro color.



He descubierto que mi parque favorito, en primavera, aún lo es más si cabe. El encanto de Regent's Park recae en su luz y en sus flores. Y en el aire que se respira. En la paz que transmite.


Ya me quedé flipada con la tienda de M&M's de Times Square, en Nueva York, y pensaba que no vería nada igual. Encontrarme una tienda el doble de grande y completamente vacía me permitió disfrutar lo que no pude hacer en Estados Unidos. Un sitio del que no se puede prescindir ¡Original y espectacular! Lo que dan de si unas chuches...



Ver el Big Ben con el cielo azul de fondo, sin una nube, se hace extraño. Lo mejor, tumbarte y reponer fuerzas en el césped del parque más próximo: Parliament Square. Charlar, programar el viaje y beberte un zumo de los tropecientos sabores que hay en el Tesco Express que hay justo al lado.




En todos los mercados y tiendas de souvenirs te encontrarás cuadros preciosos de la ciudad que te despiertan el deseo de llevártelos y empapelar todas las paredes de tu piso. Pero acabas sin llevarte ninguno. Siempre hay alguno que te llama la atención y lo recuerdas con la sensación de que deberías haberlo comprado...



Salir de fiesta no es prioridad, es mucho mejor pasar las horas nocturnas en un pub inglés. Pero nunca va mal permitirse un lujo y tomarse algo en uno de los bares más exclusivos de Londres: Sketch. ¿Lo mejor? Su iluminación y sus lavabos unisex en forma de huevo.


Y no hay ciudad que visite sin poder fijarme en sus escaparates. Las historias que nos cuentan y lo que nos transmiten. En este caso el tema era la película del momento, "El gran Gatsby", en el centro comercial Harvey Nichols. Ganas de verla y analizar.


Lo mejor es saber que cuando vuelva a Londres una vez más (y ya son muchas) me volverá a sorprender y volveré a vivir esos detalles que me hacen feliz. Y seguramente no tengan nada que ver con éstos.

Y a vosotros, ¿qué es lo que más os gusta de la ciudad?